Pretty little things...

2:50 PM Prueba 0 Comments


Estaba pensando en un platica que tuve una vez con la entonces editora en jefe de la revista Elle México, Mari Paz Ocejo, quien me dijo que para armar looks nuevos y darle buen uso a su ropa, literalmente jugaba con ella.
Elemental , ¿no?
No se ustedes, pero yo me sentí identificada en el momento.
¿Quién no ha sacado la ropa de su closet para ponerse a armar combinaciones, proyectarse a ocasiones cercanas en las que pretende usar el look, bailar frente al espejo para ver como se mueve una falda, probar si los zapatos son cómodos, sacar ese alter ego al que evoca un escote pronunciado o una falda entallada, o incluso solo moverse sin sentido en confianza con nuestro reflejo para ver hasta que punto puedes alocarte con un side boob sin perder el estilo?

¿No?... ¿No les pasa? Bueno pues aunque me crean una loca... A mí sí.
Es como mi guilty pleasure. Incluso debo admitir que probablemente lo hago más seguido de lo que debería y sin embargo no puedo negar que me fascina. No solo porque creo diferentes outfits o me desconecto un poco de la rutina, sino porque literalmente me gusta ponerme mi ropa.

Suena raro y hasta un poco obsesivo, pero hace unos días me di cuenta de que todos deberíamos de sentirnos así.
La semana pasada, estaba en un curso de familiarización para presentar un examen que tengo en unos días... Una de las actividades constaba en media hora para contestar preguntas individualmente antes de empezar a revisarlas en conjunto.
Como acabé un poco antes y del cansancio ya la vista no me daba para ponerme a leer o trabajar en el celular, me puse a juguetear con uno de mis anillos.
Debo mencionar que no se trata de un anillo cualquiera. Es un anillo que recibí como regalo de cumpleaños de mis padres cuando cumplí 15 y uso diario desde hace cuatro años.
Ahí lo tenía, entre mis dedos, cuando después de observarlo con mucha atención, me di cuenta de que me parecía extraordinariamente hermoso. Se trata de una sortija con un diamante engarzado en el centro. Una sortija que me pongo todos los días en el anular de la mano derecha, que es parte de mi rutina, y que sin embargo no me había puesto a ver con atención
De verdad, como si nunca lo hubiera visto, fue una revelación.
Entonces me puse a pensar...
Todo el tiempo estamos buscando comprar la última tendencia o adquirir esa pieza que nos quita el sueño... Pero nunca nos ponemos a ver las cosas que ya tenemos para darnos cuenta de por que nos enamoraron en un principio.
De una u otra manera esto me hizo sentir completa. Yo no compro ropa para agradarle a los demás o levantar suspiros, yo compro cosas que me hacen sentir bien y que me gustan. Que me levantan el animo y me dan confianza.
Por lo tanto, no creo que tenga nada de malo que juegue con mi ropa o pase algunos minutos de mi tiempo libre observando su belleza; sus acabados, costuras, texturas, olores y colores que las caracterizan.
Asi como un niño pequeño puede pasar horas jugando con sus muñecos de acción y se maravilla de cada uno de los detalles que lo conforman, ¿Tu ya has jugado con tu ropa?

0 comentarios: